La monarquía helenística se apoyó en una aristocracia creada por el rey, los reyes y sus nobles serían elegidos por el propio rey.
La religión tomaba cosas de diferentes religiones, era una mezcla, de la mitología griega, más los dioses locales, más las deidades orientales antiguas.
Tras perder la polis, los hombres y las mujeres del mundo helenístico se refugiaron en el hogar y en la vida privada. Las que realmente se beneficiaron fueron las mujeres porque la concepción del matrimonio se modificó por ideas de amor y de la relación duradera de pareja.
La monarquía helenística era personal, esto quiere decir que cualquiera podía aspirar al título de basileus. Esta monarquía no tenía reglas, tampoco existían leyes que determinaran el poder de los soberanos por lo que ellos mismos determinaban el alcance de su poder.
Desde el punto de vista de la psicología, las incertidumbres de la época helenística eran más alarmantes. El tradicional temor griego a la Týche se intensificó debido a las penalidades de la vida provocadas por las guerras y los enfrentamientos entre ellos.
En el helenismo todo el mundo buscaba alcanzar una forma de felicidad, llamada por los griegos ataraxia, una felicidad que podía controlar ellos mismos. En cuanto la Týche era desfavorable, la eudaimonía quedaba fuera del alcance. Las escuelas helenísticas de filosofía abren sus puertas para crear y enseñar una terapia del alma. Durante esta época surgieron varias sectas y escuelas filosóficas:
El epicureísmo
Creado por Epicuro (341-270 a. C.). Se le conoce también como la filosofía del jardín. Epicuro enseñaba que la felicidad puede encontrarse evitando las pasiones intensas, del amor erótico, llevando una vida sencilla y evitando la dependencia de otros hombres o del mundo.
Es un sistema filosófico que defiende la búsqueda de una vida buena y feliz mediante la administración inteligente de placeres y dolores, la ataraxia ("ausencia de turbación") y vínculos de amistad entre sus correligionarios. Era en cierto modo, un culto, ya que los seguidores se referían a Epicuro como su líder.
La finalidad de la filosofía de Epicuro no era teórica, sino más bien practica en la cual el hombre debía de rechazar la enseñanza de miedo y supersticiones.
El escepticismo
Fundada por Pirrón de Elis (360-270 a. C), quien creía que no había nada bueno ni malo y estaba en contra del pensamiento dogmático.
Basada en la duda, los escépticos desconfiaban de la percepción sensorial, creían que todo es tan subjetivo que sólo es posible opinar, a esto se le llama suspensión de juicio.
Sostenían que todas las conclusiones a las que uno llega basándose en la experiencia pueden resultar erróneas a la luz de experiencias posteriores. Esta actitud los llevaría a la paz del alma porque no entraban en conflictos con nadie y no se veía obligado a defender sus opiniones.
El escepticismo surge por la diversidad y oposiciones de los sistemas que crean abstracciones y dudas, también por la influencias de la política exterior. El escéptico es alguien que profesa duda o está en desacuerdo con lo que generalmente se dice que es verdad.
El estoicismo
El fundador fue Zenón de Citio (333-262 a. C). El término proviene del lugar en que Zenón comenzó a dar sus lecciones, en la columna pintada, o Stoa, en Atenas. Pero fue desarrollada posteriormente durante los siglos griegos y romanos.
Enseñaba dos cosas interrelacionadas:
1.- El determinismo absoluto
2.- La extirpación total de las emociones
Consideraban que todo lo que nos ocurre en la vida está predeterminado, sin embargo podemos controlar nuestra vida mental por lo que la infelicidad que nos causa la desgracia es culpa nuestra y puede corregirse a través de las enseñanzas del estoicismo.
Decían que el hombre tiene espíritu en vez de alma y que al llegar a la muerte, el espíritu volvía al universo, por lo que no existía la inmortalidad de las personas.
Los estoicos antiguos dividieron la filosofía en tres partes la lógica, la física y la ética. Su teología es panteísta no hay un Dios fuera del mundo o de la naturaleza. El azar no existe es el simple desconocimiento causal de los acontecimientos.
Las filosofías terapéuticas de la felicidad proponen un cierto grado de desconexión del mundo contrario a la tradición de la pólis. Los epicúreos se apartaban del mundo físicamente, los cínicos escapaban del mundo social, los escépticos de todo tipo de creencias firmes y los estoicos se negaban a permitir que los problemas del mundo les afectaran.
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